miércoles, 27 de enero de 2010

Cuadernos 81 Inhumación según Santiago Cabello

22 DE OCTUBRE DE 1995
DOMINGO
HERALDO DE ARAGÓN
Encinacorba recibió ayer de forma solemne los restos mortales de su hijo, Mariano Lagasca. Los restos de este ilustre botánico aragonés, fallecido hace 156 años en Barcelona, estuvieron a punto de ir a la fosa común del cementerio de Poblenou al no tener herederos que se hiciesen cargo de las tasas de su sepultura. La afortunada intervención de un estudiante que alertó al Jardín Botánico de Madrid y publicó una carta en un diario catalán puso sobre la pista al Justicia de Aragón, quien tras las oportunas gestiones y la colaboración de la Diputación Provincial de Zaragoza ha conseguido que el naturalista repose de nuevo en su localidad natal.
Lagasca ya descansa en Encinacorba


SANTIAGO CABELLO Encinacorba
La localidad zaragozana de Encinacorba lució ayer sus mejores galas para recibir los restos mortales del ilustre botánico hijo del pueblo, Mariano Lagasca. A punto de que sus restos mortales, que reposaban en el cementerio barcelonés de Poblenou, fuesen a parar a la fosa común por falta de herederos que abonasen las tasas de sus sepultura, las gestiones llevadas a cabo por la oficina del Justicia de Aragón han conseguido recuperar los restos y la figura del insigne naturalista.
Han transcurrido algunos meses desde que un estudiante universitario de Barcelona se pusiera en contacto con le Real Jardín Botánico de Madrid, para informarles de que los restos del ilustre botánico aragonés estaba a punto de ser trasladados a la fosa común del cementerio barcelonés donde reposaban. Este estudiante publicó asimismo una carta dando a conocer la situación en diversos periódicos catalanes.
Estas misivas pusieron en alerta a los responsables de la oficina del Justicia que en seguida pusieron manos a la obra, en colaboración con la Diputación de Zaragoza, que también ayudará a financiar el monumento que se erija en Encinacorba en memoria de Lagasca.
La acertada intervención de la oficina del Justicia Juan B. Monserrat, ha culminado con la llegada de los restos del botánico a su pueblo. Previamente, el Justicia, acompañado de miembros de la Hermandad de la Sangre de Cristo estuvieron en Barcelona el pasado día 4 de octubre, donde se hicieron cargo de una urna que contiene los restos de Lagasca. Desde esa fecha, los miembros dela Hermandad han custodiado la urna en una sede, la iglesia de Santa Isabel.
A Rebosar
Mucho antes de las doce de la mañana, hora señalada para la llegada del cortejo fúnebre, la plaza de la iglesia se encontraba a rebosar de público. La corporación municipal, acompañada por la banda de música de la localidad esperaban impacientes la llegada. La nota de color la ponían los miembros de la hermandad de la Sangre de Cristo, llegados minutos antes en un autobús, que con sus terceroles, similares a los que llevan en Semana Santa, otorgaban solemnidad al acto.
Poco después de las doce llegó el cortejo custodiado por agentes de la Guardia Civil de Tráfico. Un coche funerario transportaba la urna con los restos del naturalista y un escudo de flores formando la bandera de Aragón. Detrás, los vehículos que transportaban a la distintas autoridades, entre las que se encontraba el Justicia Monserrat, el presidente de la Diputación de Zaragoza, José Ignacio Senao y el concejal de cultura del Ayuntamiento zaragozano, Juan Bolea. Con los sones de la marcha fúnebre de Chopin se introdujo el cortejo en el interior de la iglesia de la Virgen del Mar.
Tras la lectura del acta notarial que certificaba la entrega de los restos al Justicia, y las exequias fúnebres, oficiadas por el obispo de Zaragoza, Carmelo Borobia, Monserrat hizo entrega de una urna de cristal que contenía la llave de los restos mortales de Lagasca. La urna de la llave puede ser abierta con otras tres llaves que el Justicia entregó para su custodia al alcalde de Encinacorba, al juez de Paz y al párroco.
La directora del Real Jardín Botánico de Madrid, María Teresa Tellería, glosó la figura de Lagasca quien dirigiera en dos ocasiones dicha institución. El alcalde de la localidad, Javier Gil aseguró que “hoy es un día grande para Encinacorba” y agradeció a las instituciones su ayuda para hacer realidad el hecho. José Ignacio Senao calificó a Lagasca como “el más ilustre botánico español de su tiempo” Juan Monserrat ahondó en el aspecto humano y político de la figura de Lagasca. La visita a la maqueta del futuro monumento en honor del botánico cerró la jornada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario