martes, 20 de octubre de 2009

Cuadernos 16 Dos cartas inéditas de Lagasca

(Barón Alejandro de Humboldt)
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DOS CARTAS INÉDITAS DE LAGASCA A HUMBOLDT
EN TORNO AL LEGADO DE MUTIS
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Miguel Ángel Puig-Samper, J. Luis Maldonado
Instituto de Historia, CSIC, Madrid
Xosé Fraga
I.E.S. Monelos, A Coruña

RESUMEN
Antes de la partida hacia América, Alejandro de Humboldt se documentó sobre la historia natural americana y las expediciones científicas españolas. En el presente artículo, damos a conocer dos importantes cartas de Mariano Lagasca, que desde su exilio londinense, escribió a Humboldt en torno al legado científico de José Celestino Mutis y su llegada a España tras la intervención militar del general Morillo en Nueva España.
PALABRAS CLAVE
: Humboldt, Lagasca, Mutis, Londres, Nueva Granada.

ANEXO
CARTAS DE LAGASCA A HUMBOLDT (33)
(PRIMERA CARTA)

Londres 30, de Abril de 1827
25. Camden Place, Camden Town.
Señor Barón Dn. Alejadro de Humboldt.
Muy Señor mío, de mi mayor aprecio y respeto: no tengo inconveniente alguno en dar à V. Las noticias que desea à cerca de las cosas pertenecientes à la expedición botánica de Santa Fé de Bogota que estuvo a cargo del inmortal Dn. José Celestino Mutis, y que fueron traídas a Madrid en 1817 por el teniente Coronel graduado Dn. Antonio de Van-Halen, ayudante del general Dn. Pablo Morillo, de cuya orden fueron traídas à Europa.
En el mismo Palacio del Rey, y por orden verbal de S.M. se me entregaron el día tres de octubre de dicho año, ciento y cinco cajones, de los cuales diez y ocho, que contenían minerales y antiguedades, y creo que también un paquete de dibujos de insectos, fueron conducidos inmediatamente al Gabinete de Historia natural de Madrid, y los ochenta y siete restantes se llevaron al Jardín botánico, juntamente con el inventario de lo que contenían todos, formado en Sta. Fé de Bogota por Dn. Sinforoso Mutis, sobrino del difunto Dn. José Celestino, à quien encargó este trabajo y la colaboración en todo el mismo general Morillo, que lo había indultado de la pena de muerte en atención à la buena memoria de su tío, según así me dijo el general Dn. Pasqual Henrile (sic).
Todos los cajones llegaron en el mejor estado, y sin haber recibido daño alguno en todo el viaje. Doce de ellos vinieron llenos de dibujos, cuyo número total ascendió à seis mil novecientos sesenta y nueve, aunque en el inventario solo se mencionaban unos cinco mil docientos. Los seis mil, poco mas ò menos, de dichos dibujos están ejecutados en papel folio mayor de exquisita calidad; quinientos noventa en papel mas reducido son copias de estampas publicadas en diferentes obras; y como unos trescientos, en folio regular, representan únicamente la fructificación de varios géneros. De los primeros seis mil la mitad están en negro, y la otra mitad magníficamente iluminados; y habiendo para cada planta un dibujo en negro y otro iluminado, se deja ver que los seis mil solo representan unas tres mil especies diversas de plantas.
Hay una cantidad muy considerable de manuscritos, y se puede decir que los Diarios de los viajes de Mutis, escritos todos de su propia mano, forman una gran parte de la colección, y además me acuerdo en globo de los siguientes:
1º . Quinología; ò sea, tratado de la quina. Este manuscrito forma un gran tomo en folio, y está precedido de un Prólogo, escrito por Dn. Sinforoso Mutis, á quien parece encargó la publicación de esta obra el Gobierno de la república de Cundinamarca. Venían dos copias en limpio de este manuscrito, y de los dibujos correspondientes à el, que eran ciento veinte y dos, ò sea, sesenta y uno duplicados, mitad en negro y mitad iluminados, los cuales representan siete especies de quina, y diferentes variedades de las mismas, según el modo de ver del autor.
2º. Varios informes sobre el cultivo, recolección, conservación y comercio de las quinas.
3º. Diferentes traducciones de varias obras publicadas, como son Tableau du Regne vegetal de Ventenat, del Genera Plantarum de Jussieu, y de la Geographie vegetale de Humboldt.
4º. Un Diccionario botánico, es decir, de las palabras técnicas de la Botánica.
5º. Varios legajos de caracteres genéricos naturales, copiados de diferentes obras publicadas después de la muerte de Linneo, como son las de Cavanilles a L´Heritier, Vahl, Ruiz y Pavón, Schreber, y otros. En mi concepto son materiales que recogía para formar un Genera Plantarum.
6º. otros muchos legajos de caracteres genéricos naturales escritos en lenguaje de Necker.
7º. Algunos cuadernos de caracteres genéricos diferentes, dispuestos según el sistema sexual Linneano; escritos en latín, como los de los núms.. 5º y 6º.
8º. Como unas cuatrocientas descripciones de plantas, en borrador, escritas en latín.
9º. Algunos informes sobre Minas.
10º. Diferentes Legajos de minutas de oficios y representaciones.
11º. Varios legajos de cartas de algunos sabios, de discípulos y amigos.
12º. Varios papeles sobre gastos domésticos.
13º. Varios cuadernos de observaciones astronómicas.
14º. Algunos manuscritos de su sobrino Dn. Sinforoso, y otros del malogrado Dn. Francisco José de Caldas.
15º. Otros legajos, que contendrán noticias interesantes para la historia civil y política moderna del virreinato de Sta. Fé y que supongo habrán sido ya remitidos à la Secretaría de estado correspondiente.
El Herbario ocupaba unos sesenta cajones, de los cuales solo llegué à abrir seis ò siete. Dos de éstos contenían muestras de quinas bastante repetidas; uno Gramíneas, Cyperoideas, y Juncaceas; otro compuestas, otro especies de géneros de diversas familias; y otro casi enteramente de plantas europeas.
Cuando se abrieron todos los cajones e el Palacio del Rey, para que S.M. viese lo que contenían, observé uno ò dos cajones llenos de esqueletos bien conservados de Melastomas y Rhexias, correspndientes sin duda à la magnífica colección de dibujos que venían de las numerosas especies de estos dos géneros.
En estos cajones ni un solo ejemplar vi denominado completamente; à lo más tenía alguno de ellos un papelito con un número ò con un nombre vulgar, y muy rara vez el nombre genérico: solo las plantas europeas estaban denominadas por los sujetos que se las enviaban. Los insectos habían causado algún estrago en la fructificación de varios esqueletos de las compuestas, los demás estaban muy bien conservados, y es de presumir que los restantes, que yo no tuve tiempo de ver se encontrarán en el mismo buen estado.
No me acuerdo cuántos sean los cajones con frutos y semillas que llegaron; yo solo registré uno, y observé que ni las simientes ni los frutos venían denominados.
Hay cuatro ò cinco cajones con muestras de maderas, que contendrán, en mi juicio, más de mil quinientas muestras diferentes, todas numeradas, cuyo catálogo no se había encontrado.
Tampoco me acuerdo fijamente del número de cajones en que venían las raíces, cortezas, gomas y demás productos de la vegetación; pero me parece que no pasan de cuatro ò cinco.
Así pues, sabiendo de cierto que los dibujos ocupaban doce cajones, y estando casi cierto que las maderas ocupaban cuatro de los mismos; los manuscritos otros cuatro; los frutos y semillas tres; las raíces, cortezas etc. cuatro; resulta que el herbario ocupaba sesenta cajones de los ochenta y siete que se me entregaron.
Comparando este sucinto resumen con la relación que inserto en las páginas 28 y 29 del segundo tomo de los Anales de ciencias naturales de Madrid el célebre Cavanilles, por noticias que le había dado Dn. Francisco Antonio Zea, discípulo de Mutis, se deja ver que faltan bastantes manuscritos, y los dibujos pertenecientes à la zoología de la Nueva Granada. Sujetos muy fidedignos me aseguraron haber leído en casa del mismo Mutis la obra manuscrita de éste sobre las Hormigas, y puedo asegurar à V. que habiendo registrado los manuscritos, que llegaron a Madrid, hoja por hoja, ni una sola línea he encontrado que hablase de este asunto.
También se echa de ver una notable diferencia en el número de dibujos, y mucho mayor aún en el de las descripciones que Zea hace subir à cuatro mil, y que yo creo muy verosimil fuesen al menos tantas cuantas son las diferentes especies de plantas que representan los dibujos.
Acuérdome haber visto entre los manuscritos de Muris un papel escrito por su sobrino Dn. Sinforoso, el cual se lamentaba de la pérdida de varios manuscritos, y esqueletos de plantas, y echa la culpa a un sujeto, (que no nombra) de quien dice hacía la mayor confianza su difunto tío. Lo cierto es que faltan la descripciones de diferentes plantas que él remitió a Linneo, y fueron publicadas por el hijo de éste en su Supplementum.
Lo voluminoso de los diarios de Mutis, escritos enteramente de su propio puño; las observaciones varias que se ven en ellos apuntadas, muy conforme a la vasta extensión de conocimientos que poseía; y el número y exactitud de los dibujos, manifiestan claramente en mi concepto que acumulaba materiales para escribir muchos volúmenes sobre diversas materias, y habiendo disfrutado de una larga vida, y de medios suficientes para extender sus observaciones; es muy probable que los escribió con efecto, y que por los sucesos políticos que sobrevivieron a su muerte, han desparecido muchos de ellos.
Esto mismo me parece que se infiere de la carta de V. escrita desde méxico al difunto Cavanilles, cuyo extracto se encuentra en el tomo sexto de los Anales de Ciencias naturales de Madrid.
Me parece no se disgustará V. de ller un pequeño bosquejo de lo acaecido respecto de esta colección desde su llegada a Madrid. Apenas me restablezca lo extenderé con mucho gusto y se lo remitiré a V. Entretanto queda de V. como siempre su muy afecto Señor.
Q.B.S.m. de V.
Mariano La Gasca
Señor Barón Don Alejandro de Humboldt
(33) Academia de Ciencas de Berlín-Brandenburgo, Archivo de Alexander von Humboldt, Diario VII, b y c, 289V-300R
Hasta aquí la primera carta.

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